lunes, 11 de marzo de 2013

Casa nueva, vida nueva

Cada vez que llegamos a un nuevo hogar se nos inunda la mente de ideas para decorar, de fiestas que organizar y momentos inolvidables que vivir. Proyectamos todas las vivencias con las que llenaremos esas paredes en blanco.

A mí siempre me ocurre que busco los rincones donde pondré el sillón en el que leer por las tardes, la camarera en la que mis amigos se servirán un martini antes de cenar o el escritorio con flores desde el que trabajaré. Las ideas se me agolpan, pero a la hora de la verdad me encuentro con una dura realidad: el tiempo, el esfuerzo y el presupuesto.

Decorar un hogar lleva tiempo, no se hace de la noche a la mañana, y es algo que va evolucionando y cambiando con nosotros. Requiere esfuerzo para coordinar y elegir los colores, texturas y estilos adecuados, además de una distribución con estilo y funcional. Y, por último, la inevitable verdad de que el dinero no sobra y muchas veces nos vemos obligados a aprovechar lo que ya tenemos.

Encontrándome yo misma en este dilema de quiero y no puedo, decidí que "hace más el que quiere que el que puede". Así que me puse con mis dos manitas a hacer de los muebles que tenía los que yo quería. En este blog iré compartiendo mis aventuras y desventuras en el arte de la decoración, la restauración, el reciclaje y las manualidades.

¡Espero que os sirva de inspiración para renovar vuestros hogares!

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